La frontera con México se reabre tras 20 meses de cierre del COVID

El lunes hubo menos cruces en la frontera entre México y Estados Unidos de lo que se esperaba al reabrirse a los viajes no esenciales tras un cierre de 20 meses debido a la pandemia de COVID-19, y muchos residentes se quedaron en casa para evitar un posible caos.

Funcionarios de la ciudad fronteriza mexicana de Tijuana dijeron que la gente no aprovechó al máximo las restricciones que se levantaron a lo largo de la frontera de 3.200 kilómetros (2.000 millas) debido al temor de quedar atrapados en el tráfico.

“Por la mañana, no había cola”, dijo Claudia Hernández, residente de Tijuana, mientras se preparaba para entrar en Estados Unidos para ir de compras antes de las vacaciones de Acción de Gracias.

“La próxima semana veremos las colas masivas que siempre se forman”.
Javier Delgado, funcionario de transporte de Tijuana, dijo que había un 35% menos de tráfico del esperado en la frontera de la ciudad con San Diego, una de las más transitadas del mundo.

El domingo, cientos de coches habían formado colas que se extendían kilómetros atrás de Tijuana, alimentando los temores de que la reapertura pudiera convertirse en un problema. Pero el tráfico avanzó de forma constante.

En la ciudad mexicana de Ciudad Juárez, frente a El Paso (Texas), una veintena de personas hacían cola a primera hora del lunes antes de cruzar y abrazar a sus familiares al otro lado de la frontera.
“Pensamos que nos iban a decir otra vez que habían decidido no abrirla”, dijo Lorena Hernández, acariciando el pelo de su hija mayor y sonriendo ampliamente después de que se reunieran en El Paso por primera vez desde marzo de 2020. “Dije: ‘Si no reabren, voy a tomar un avión'”.

La cancillería mexicana dijo a última hora del lunes que el primer día de reapertura de la frontera se desarrolló “sin incidentes”

“Se espera que el flujo fronterizo aumente durante el fin de semana y progresivamente a medida que se acerquen las fiestas y a partir del Viernes Negro”, dijo el ministerio.

Aun así, las diferentes normas sobre las vacunas contra el coronavirus amenazan con retrasar algunas reuniones familiares, mientras que la perspectiva de que se suavicen algunas restricciones también ha animado a los migrantes a probar suerte en la búsqueda de asilo en Estados Unidos, lo que supone una nueva prueba para el gobierno de Biden.

A algunos mexicanos inoculados se les impedirá entrar inmediatamente en Estados Unidos si recibieron en México vacunas que no han sido aprobadas por la Organización Mundial de la Salud, como la CanSino de China y la Sputnik V de Rusia.

“Nunca me imaginé que por haberme puesto la vacuna CanSino no iba a poder cruzar”, se lamentó Donato Suárez, un conductor de una universidad privada de Tijuana que esperaba visitar a unos familiares en Estados Unidos a los que no ve desde hace casi dos años.

“Incluso teníamos planes de hacer algo cuando se reabriera la frontera”, añadió, señalando que alrededor de 300 personas donde él trabaja están en la misma situación. “Tendremos que esperar”.