EE.UU., Canadá y México se disponen a donar vacunas y a poner nuevos frenos al metano

Los líderes de Estados Unidos, Canadá y México están dispuestos a acordar nuevas limitaciones de metano y donaciones de vacunas COVID-19 cuando se reúnan por primera vez en cinco años el jueves, según altos funcionarios de la administración Biden.

Los funcionarios estadounidenses esperan que los tres países norteamericanos acuerden reducir las emisiones de metano en sus sectores de petróleo y gas entre un 60% y un 75% para 2030, en un esfuerzo por frenar este potente gas de efecto invernadero.

Canadá y México también anunciarán que van a donar millones de dosis de vacunas -inicialmente prestadas por Estados Unidos- a otros países, dijo uno de los funcionarios que declinó ser nombrado.

Los acuerdos forman parte de un esfuerzo del presidente Joe Biden por revivir los llamados Tres Amigos, un grupo de trabajo abandonado por su predecesor Donald Trump

Washington quiere reforzar las alianzas con países que ayuden a reorientar la economía hacia una huella de carbono más ligera, luchar contra la pandemia, aliviar las presiones migratorias y competir con China.

“Lo más importante de esta cumbre es que actualizamos una visión del futuro de América del Norte”, dijo el canciller mexicano Marcelo Ebrard


Sin embargo, las tensiones con Ottawa y Ciudad de México en torno a la industria automovilística, las políticas de “Buy American” y una ley energética mexicana podrían influir en las conversaciones organizadas por la Casa Blanca y conocidas formalmente como Cumbre de Líderes de América del Norte.

Los líderes se comprometen a prohibir la importación de productos fabricados con trabajo forzado, una política que la administración ha dirigido a China. Activistas y políticos occidentales acusan a China de utilizar trabajos forzados en su provincia noroccidental de Xinjiang, una acusación que Pekín niega.

Biden está ansioso por apuntalar una cuestión política clave: las cadenas de suministro golpeadas por la pandemia y que contribuyen a la escasez de productos y a la inflación. Los ayudantes de Biden quieren alejar al país de la dependencia de las materias primas y los productos de China, a la que consideran el principal competidor del país.

Como parte de las reuniones con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se espera que el presidente estadounidense ponga en marcha un grupo de trabajo sobre la cadena de suministro de América del Norte para abordar las preocupaciones, entre ellas dónde obtener los minerales críticos necesarios para convertir a Estados Unidos en una potencia en el desarrollo de vehículos eléctricos (VE).

Canadá y México están preocupados por las disposiciones “Buy American” de Biden y por una propuesta de crédito fiscal para los vehículos eléctricos que favorecería a los fabricantes sindicados con sede en Estados Unidos.

“La primera tarea aquí en Estados Unidos esta semana es, en primer lugar, concienciar a nuestros homólogos estadounidenses de hasta qué punto su actual enfoque de esta cuestión es un problema para Canadá”, dijo Chrystia Freeland, viceprimera ministra de Canadá.

Estados Unidos es el principal socio comercial de México y Canadá, y los automóviles y camiones son el producto manufacturado más comercializado entre los tres. Canadá y México quieren que haya igualdad de condiciones en su competencia por atraer a las empresas para que instalen plantas para la cadena de suministro de vehículos eléctricos.

Además de los créditos fiscales para los vehículos eléctricos, es probable que Trudeau saque a relucir el oleoducto de la línea 5 de Enbridge Inc (ENB.TO), que el estado de Michigan quiere cerrar por motivos medioambientales. Canadá invocó un tratado sobre oleoductos de 1977 para iniciar las negociaciones bilaterales sobre la cuestión.

“Como Canadá ha invocado el tratado, hay un límite a lo que podemos discutir”, dijo uno de los funcionarios estadounidenses, pero añadió que Biden está “preparado para discutir cualquier cosa” planteada por Trudeau.

Es posible que Biden aborde el polémico proyecto de ley mexicano que pretende cambiar las reglas del mercado eléctrico para dar prioridad a una empresa eléctrica estatal sobre la inversión privada.

López Obrador dijo el miércoles que explicaría el plan a Biden y a Trudeau si surgía, y añadió que los gobiernos anteriores amañaron el mercado a favor de los intereses privados.

“Es muy sencillo”, dijo en una conferencia de prensa. “Queremos evitar que suban los precios de la electricidad y acabar con los abusos de las empresas privadas, especialmente las extranjeras”.

Pero la legislación ha suscitado el fuego del gobierno de Estados Unidos y de grupos empresariales preocupados porque la norma no cumpla con las obligaciones comerciales de México.

“Seguimos de cerca las reformas energéticas propuestas por México”, dijo un funcionario estadounidense, sin dar más detalles.

En cuanto a la inmigración, los funcionarios estadounidenses afirmaron que no quieren centrarse en los problemas de la frontera de 3.155 kilómetros entre Estados Unidos y México, sino en las “causas profundas” que alejan a la gente de otros países de América Latina y el Caribe.