El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, desplegó el jueves al ejército para patrullar las calles de todo el país en respuesta a un aumento de los asesinatos esta semana.
El despliegue militar se produce después de que el martes y el miércoles se produjeran más de 30 homicidios en esta empobrecida nación centroamericana de unos 6,5 millones de habitantes. El promedio de homicidios diarios había bajado a menos de dos por día bajo el mandato de Bukele, quien asumió el cargo en 2019.
“Hemos desplegado nuestra policía nacional y las fuerzas armadas para contener el aumento de los homicidios registrados en las últimas 48 horas”, publicó Bukele en Facebook junto a videos de soldados patrullando las calles.
No estaba claro el número de soldados desplegados ni la duración de la operación. Bukele alegó que había “fuerzas oscuras” actuando, sin dar más detalles.
Una fuente gubernamental dijo que la mayoría de las tropas patrullarían las zonas densamente pobladas de la capital, San Salvador. El país está aterrorizado por las bandas callejeras desde poco después del final de su guerra civil en 1992.
La visión de los soldados en las calles no sentará bien a los críticos de Bukele, que acusan al presidente de un creciente autoritarismo. Bukele, de 40 años, se autoproclamó “dictador” en su biografía de Twitter en las últimas semanas, en una aparente broma que no sirvió para calmar los temores de la oposición.
Fue muy criticado en 2020 por ocupar el congreso con militares y policías, lo que muchos consideraron una táctica de intimidación. Bukele también ha anunciado planes para duplicar el ejército en los próximos años, pasando de 20.000 a 40.000 efectivos.
Las tasas de homicidio han disminuido considerablemente bajo el mandato de Bukele y el periódico El Faro afirmó el año pasado que funcionarios del gobierno negociaron con los miembros de las bandas para reducir la violencia a cambio de mejores condiciones en la cárcel.
Bukele calificó el artículo de “farsa”, pero el fiscal general dijo que investigaría.(Full Story)
El jueves, los opositores políticos de Bukele especularon en las redes sociales que el aumento de los homicidios podría ser una señal de que la tregua se está desmoronando.
El despliegue de tropas de Bukele es probablemente un “truco” político que ilustra los límites y la fragilidad del acuerdo de seguridad, según Tiziano Breda, analista de International Crisis Group para América Central.
“Demuestra que los niveles extremadamente bajos de violencia no se debieron a políticas de seguridad pública exitosas, sino que fueron el resultado de una decisión de las pandillas de reducir las muestras de violencia”, dijo Breda.
“Las bandas siguen teniendo la capacidad de cambiar o alterar estas tendencias de violencia si así lo deciden”. El gobierno no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Bukele dijo que en las próximas horas se anunciarían más medidas para frenar la violencia.